Murió Brian Moser pionero de los documentales antropológicos sobre los Emberas del Chocó
Murió Brian Moser pionero de los documentales antropológicos sobre los Emberas del Chocó

Murió Brian Moser pionero de los documentales antropológicos sobre los Emberas del Chocó–
El Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH, lamentó hoy la muerte del geológo inglés Brian Moser QEPD 1935-2023 ,quien permaneció largo tiempo en el país,dedicado al estudio de las culturas indígenas. Para sus trabajos en el Chocó se internó durante 6 meses a la selva a convivir con las comunidades afros e indigenas de la región del Baudó donde realizó en 1970 los documentales “Disappearing World”, (“El Mundo que Desaparece”) y “Embera, Fin del Camino”,iconos de la filmografía antropológica en Colombia.
LOS EMBERA : EL FINAL DEL CAMINO
Disappearing World – Mundo que desaparece
( Baudó; 1970)
Este documental realizado en color por un equipo de investigadores ingleses y realizado en 1970, muestra el estado de la cultura de los grupos indígenas Emberá que habitan la región del Baudó, conviviendo durante varias semanas con todos sus sistemas de producción, ritos y costumbres que van desde la elaboración de una canoa hasta internarse en la selva hasta cazar un saíno.
El sistema de vida indígena mediado por su cultura de relación directa con la naturaleza permite conocer como persistían actividades como la caza, la pesca, la agricultura e incluso la cerámica, ante la inminente amenaza de la construcción de la vía panamericana que amenazaba con atravesar sus resguardos
Las imágenes de los tractores que abrían la via panamericana en 1970 derrumbando árboles para dar paso a la carretera y la inmediatez de alterar el hábitat en que conviven los indígenas simbolizan el choque entre el desarrollo y la preservación de la cultura.
Este documental muestra imágenes que dan fe del intercambio cultural y comercial dialogal que siempre ha existido con los pobladores negros y pueblos del Baudó a donde bajan a vender sus cosechas y productos y a su vez abastecerse de víveres y vestidos, de lo ligado que está la chicha a las tradiciones culturales y de los intentos de la iglesia por evangelizar estas almas.
Segun el antropologo Mauricio Pardo ” La estructura de las película no es un agregado de secuencias pintorescas, pero tampoco repite un mismo modelo en el guión. En el trabajo sobre los emberás del Chocó se muestran dos historias que se alternan en el montaje: la de José Israel, quien ha vuelto a su aldea luego de estudiar un tiempo en un internado misionero, y la de Floresmiro, viejo chamán que se haya ocupado con un ritual de curación para unos familiares enfermos.
Los títulos de las películas hablan por sí mismos: El final del camino, doblemente alegórico, se refiere a una carretera que desemboca en el territorio emberá y que acaso significa que el fin del trayecto cultural de un grupo que se había refugiado en la más apartada de las regiones chocoanas.
El capítulo sobre el Chocó envuelve a sus protagonistas en pequeños y variados episodios, los que al final dejan en el espectador la impresión de cierta familiaridad con la comunidad y sus problemas.
La talla con hacha de una canoa y su posterior arrastre al río, el negocio de un gallo entre negros e indios, la preparación del ritual de curación, la muerte de un tatabro bajo las lanzas de los cazadores emberás, la visita de los indígenas a un poblado negro para comerciar, la manufactura de los cántaros de cerámica por las mujeres de edad, la visita de un cura, la llegada de buhoneros negros para sacar ventaja cuando los indígenas están embriagados en su fiesta, son algunas de las secuencias que estructuran este documental en el que queda claro cómo los emberás, los reyes de la selva chocoana, sus primordiales pobladores, magníficos cazadores y pescadores, aventajados cultivadores de maíz, plátano y caña, habilidosos con sus canoas hasta rayar en el malabarismo, vanidosos y hermosos, adornados con flores y el cuerpo dibujado, excesivos en la festividad, se ven cada vez más cercados por la sociedad nacional, que apenas se percata de su existencia, por esa sociedad nacional encarnada en los negros, pobres y marginados también pero vectores del mundo “civilizado”.
Sociedad representada, lo que constituye la denuncia central de la película, por la maquinaria que hiende la selva abriendo una carretera de esperanza de progreso para el Chocó pero que pende como una espada de Damocles sobre la sociedad indígena, que ya no tendrá para donde huir cuando en los primeros buses y camiones lleguen al territorio indígena los usurpadores de tierras, los turistas abusivos y toda suerte de aventureros y arribistas para quienes la suerte de los “cholos”, como se llama vulgarmente a los indígenas en el Pacífico, no sea más que un obstáculo para el “progreso”.
En uno de los apartes finales, Floresmiro, el viejo chamán, rodeado de sus yernos, expone un memorial de agravios que hoy, pasados más de tres lustros, están a la orden del día en las reivindicaciones de la pujante y joven asociación de los indígenas del Chocó: la entrega de títulos de la tierra, el fin de los abusos de las vecinas autoridades locales no indígenas y un mínima asistencia del Estado.”
LA FILMOGRAFÍA ETNOGRÁFICA DE MOSER
Según Mauricio Pardo “La calidad de la factura cinematográfica, aunada a una exposición veraz de la situación social y de las amenazas que se ciernen sobre las comunidades que protagonizan los documentales, así como la tenacidad para alcanzar los más remotos rincones de la geografía, han hecho de Brian Moser uno de los más reconocidos documentalistas del mundo. Precisamente, los episodios expuestos más arriba corresponden a películas rodadas por este realizador británico en comunidades colombianas.[1]
Graduado en geología en Cambridge, bien pronto su afición se centró en la realización de crónicas y filmes sobre regiones apartadas. Es así como en 1959 llega por primera vez a Colombia y, siguiendo las sugerencias del reconocido antropólogo Gerardo Reichel-Dolmatoff, emprende, en compañía de su compatriota y futuro antropólogo Donald Tayler, viajes a las aldeas Tukano del en ese entonces casi inaccesible río Piraparaná, en el Vaupés; uaunanas, del bajo San Juan, en el Chocó, y coguis, y Ijca de la Sierra Nevada de Santa Marta. El relato sobre esta gira apareció en el libro The Cocaine Eaters, publicado cinco años después por Lonemans en Londres.
La filmografía etnográfica de Moser sobre Colombia consta de cuatro películas más: en 1970 retorna al país y efectúa tres realizaciones que fueron el comienzo de su serie A Disappearing World sobre minorías étnicas de todo el mundo con su existencia cultural amenazada. Adelanta este conjunto con una innovación metodológica: se relaciona con antropólogos que han llevado a cabo prolongado trabajo de campo entre las comunidades, lo cual le permite un tratamiento más ajustado y profundo del tema. Sin embargo, las películas no constituyen una exposición académica de características etnográficas. El interés temático está en mostrar las situaciones conflictivas de las comunidades como minoría rodeadas por una sociedad que las considera atrasadas y que hostiliza su particularidad, su diferencia, que no reside sólo en unos trajes o unas ceremonias, sino en una manera de concebir las relaciones entre los hombres y las de estos con el mundo.
Para Moser, el cine tiene un carácter testimonial tal, que lo impele a regresar a filmar algunos años después. Cuando en 1984 se establece en nuestro país, trae la intención de volver a rodar en las otras comunidades en las que ya había filmado pero no logra financiar este proyecto, circunstancia lamentable que frustra la última parte de lo que hubiera sido un inmejorable documento sobre los acelerados cambios que han acaecido entre estos aborígenes en los últimos quince años.
Sonido : Colin Richards
Dubbin : Mixer Peter Walker
Editor : Kelvin Hendrie
Antropóloga : Ariane deluz
Narración : Chris Kelly
Cámara : Mike Whitaker
Producción y Dirección : Brian Moser
Empresa : Granada Color Producción
Localización : IIAP
Fuente:
[1]Pardo Rojas MAURICIO : Poesía y testimonio en los documentales de Brain Moser – Banco de la República -Boletín cultural y bibliográfico , Numero 13, volumen XXIV-1987.